Su nombre parece provenir del griego phyllon, lámina, y su origen se pierde en la más remota antigüedad. Existen dos tendencias, una reivindica su origen céltico y el otro su origen romano. Sea cual sea el origen el tiempo lo ha convertido en una de las especialidades mas representativas de la cocina gallega. Podríamos establecer dos grandes familias: la dulce y la salada. La dulce a su vez se puede dividir en simple, rellena y de matanza, cada una de las cuales tiene sus características particulares. Está claramente emparentada con los crepes suizos y franceses, los frisuelos asturianos y aunque también se encuentran en algunas zonas de Castilla León estas son las fronterizas con la cultura gallega. Se pueden distinguir también según su preparación en filloas a la piedra y filloas de tíxola, que es una plancha de hierro. En todos los casos deben de prepararse untando el recipiente o plataforma con unto, manteca rancia de cerdo, aunque en las casas suele prepararse con aceite. Según las zonas pueden denominarse también como follado, feixó, rixón o freixó y muchos más.
CARTAS SIN FRANQUEO (XCV)- LA INVOLUCIÓN Y LA CENSURA
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Como ya te comentaba el otro día, la ventaja, seguramente no la única, de
ir cumpliendo años, y ser capaz de observarlos, retenerlos y estudiarlos,
es ve...
Hace 1 año
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